Batuteros queridos, hace ya una semana que La Batuta puso su primer anuncio, banner en este caso. Aunque mi madre, con esa candidez/ignorancia que sólo tienen las madres, lo ha llamado esquela y ha echado por tierra mi ilusión tras varias horas de trabajo. A ella lo que le interesa saber, más allá de si el dichoso banner es en color o en blanco y negro –de ahí lo de "esquela"– es si su niña va a empezar a ganar algo de dinero por su trabajo, aunque tampoco tenga muy claro cuál es...

El banner, hecho con nuestras manitas y nuestros maravillosos ordenadores, es éste que os dejo a continuación y que podéis ver en todo su esplendor en la web de nuestros amigos de Crazyminds, donde colaboramos. No seáis muy críticos, que no somos diseñadoras gráficas pero, para ser el primero, no está mal, ¿no?:

Mamá, ¿está más claro ahora? Dijo que sí, así que nos fuimos felices y contentas a celebrarlo, con música, por supuesto. La Batuta tiene su primer anuncio, no es para menos. El jueves nos fuimos al concierto de Glaciar en el Conservatorio Superior de Música de Málaga (los encontraréis este años en el Wolfest) y el viernes repetimos la operación con los chicos de Kenedy y Helsinki. A los primeros los asaltamos de mala manera cuando llegamos. Aún quedaba un rato para empezar y resulta que nos los encontramos en un bar tomando algo. Allí que fuimos lanzadas a hablar con ellos, así, sin presentación ni nada, con lo educaditas que somos luego. A los Helsinki los conocimos en cuanto terminaron la prueba de sonido. ¿Impresión? ¡Son un ciclón hiperactivo! Total, que nos regalaron una noche de música en directo, charla, risas... hasta foto de familia les hicimos. No pudimos quedarnos a la cena que se tomaron después, y seguro que se lo pasaron muy bien, pero haberlos conocido ya fue todo un placer. 

Por cierto, también hemos aprovechado para actualizar nuestros servicios. Estamos a punto de incluir uno más que esperamos que os guste porque hemos encontrado un colaborador que mola mucho, pero eso ya os lo contamos en otro momento, que nos gusta mantener el misterio...