La realidad de los espectáculos en directo está hoy en día
más complicada que nunca, en general, y si nos centramos en lo que nos ocupa en
este caso, los conciertos, es realmente notorio. Si miramos hacia arriba, a los
grandes artistas del panorama nacional o internacional que ofrecen directos en
España, nos encontramos con que en la mayoría de los casos, los lugares que
antes se solían dedicar a este fin por la afluencia de público, como estadios
de fútbol o polideportivos, hoy se quedan demasiado grandes, e incluso las
giras de los grandes artistas ya no circulan solamente por las grandes
capitales, sino que nos encontramos conciertos en ciertas localidades que no
solían ser parte de estas giras; ¿y por qué pasa esto? Pues simple, porque son
localidades con suficiente poder adquisitivo para permitirse estos
espectáculos.
Si vamos bajando hacia los artistas más emergentes, sí que
las giras suelen realizarse por las capitales, porque hay que ir directamente
donde está el público, ya que hoy en día es difícil que éste se mueva incluso
por los artistas más conocidos. No hay que tentar a la suerte por tanto, aunque
aún así se hacen con miedo y casi siempre perdiendo dinero por desgracia. Pero
es que dentro de las capitales, siempre hay unas “mejores” y otras “peores”
para los directos, ya sea por tradición, por la ubicación de las salas o por
cualquier otro motivo. Y dentro de las más difíciles, al menos en Andalucía,
está la ciudad de Málaga, donde es muy raro que te encuentres en un concierto
abarrotado de gente desde hace años.
Pues es precisamente en Málaga donde La Batuta empieza su particular ruta de directos el pasado fin de semana. Y es que nos visitaban nada menos que IZAL, un grupo que va avanzando a pasos de gigante en esto de la música y siempre con la humildad y el agradecimiento por delante, sumado a la inmensa alegría que derrochan en cada concierto. Ya habíamos descubierto en el festival GRANAPOP su vibrante directo y teníamos una deuda pendiente con ellos, puesto que pasaron por Málaga antes del verano e incluso recibimos sus invitaciones personalmente (esos detalles son muy de agradecer), pero no pudimos asistir y sabemos que el público fue mínimo en aquella ocasión (se hablaba de unas diez personas, aunque no lo podemos corroborar), cosa más que habitual aquí. Nos teníamos que quitar esa espinita clavada y el viernes 23 de noviembre nos plantamos en PARÍS 15 dispuestas a hacerlo.
Llegamos con prisas, pero pronto, y como el tiempo no
acompañaba demasiado, esperamos un ratito dentro del coche; desde allí pudimos observar a alguno de
los miembros del grupo y poquita gente tanto en la puerta como en el
parking cercano, que contaba también con poquísimos coches en los que pudiera haber gente
esperando como nosotras... El panorama pintaba bastante desolador, como siempre
nos tememos en Málaga. Pero de las 50 personas que podría haber en la sala
cuando entramos, durante el desarrollo del concierto se multiplicaron al menos
por dos. Y unas 100 personas ya es algo de lo que sentirse orgulloso en la
capital de la Costa del Sol y en una sala del extrarradio.
Además, lo más
importante fue el ambiente, pues era raro ver a alguien que no cantara casi
todos los temas de IZAL, tanto los de su primer trabajo “Teletransporte” como
los más conocidos de “Magia y efectos especiales”. Tanto fue así, que a veces
ni podían cantar Mikel y compañía, pues la voz de la sala superaba la suya en
los temas más emblemáticos ya de este grupo, como en “Magia y efectos
especiales”, “Prueba y error”, “Qué bien” y tantos otros, incluyendo por supuesto “La mujer
de verde”, aunque esperaron a que la sala pidiera “otra” para deleitarnos con ella. Y es que fue el tema más solicitado entre el público durante la noche, como seguirá ocurriendo en el resto de los muchísimos conciertos que habrá en la prometedora
carrera de IZAL, estamos seguras.
Detalles a recordar de este concierto de IZAL… muchísimos!!! Intentaré resumir si me permitís: el comienzo de la parte más marchosa de la noche con el “Extraño regalo”, ese que por un momento creímos que íbamos a conocer, pero picamos gracias a esa cara de bueno que tiene Mikel, y nada, nos quedamos sin saberlo, pero lo seguiremos disfrutando…; esos silencios interminables y misteriosos, como en “Tu continente”, que solamente una voz (creemos que de un chico) se atrevió a romper gritando “GUAPOOO” a Mikel, y lo vimos desconcentrarse por un segundo, pues se le escapó una sonrisilla, aún pareciendo todo concentrado con sus ojos (perdón, ojazos) cerrados…; las diferentes facetas de la personalidad de Mikel, que lo mismo canta que toca el ukelele que te cuenta un par de chistes malos (y te los explica encima, jejeje) que te baila flamenquito que se convierte en comercial sobre el escenario (y qué bien vende la mercancía) o se baja y se pone el uniforme de dependiente (ni en las mejores tiendas de moda los encontraréis mejores que él y sus chicos)…; “Tóxica” y “Jenna Fischer”, un par de temas del que será su próximo trabajo, muy IZAL, pero muy diferente a lo que ya conocemos, lo cual es muy difícil y dice mucho de la calidad de un grupo; habrá que esperar cosa de un año para conocerlo al completo, y es que “Magia y efectos especiales” aún tiene muchísimo que dar (totalmente de acuerdo, Mikel)…; que no pudiéramos teletransportanos a ningún lugar mejor y que fue el mejor concierto para ellos tras el de Madrid…; el posado de Mikel para la foto de mi amiga @dolopb (fotazas)…; los diálogos de Mikel y Gato con el público (son más majos, y Gato preguntando por la gente de su barrio en Málaga, Huelin)…; y como siempre, sus caras de felicidad viendo a la gente cantar sus letras, su energía, lo que animan al público (en eso el especialista es Gato, hay que reconocerlo), su humildad y lo que disfrutan con esto, porque eso se nota y se contagia.
Nos quedamos bailando y saltando con su “Magia y efectos
especiales” (es irremediable, de verdad…) que suena mientras se acaban estas
líneas, deseando que llegue la próxima ocasión… ¡Gracias IZAL!
Y es que ahí no termina la cosa, ni mucho menos; por
fortuna y por desgracia, el finde de las chicas de La Batuta (y de algunas
personas más) fue mucho más largo. Y es que teníamos otra cita muy importante
al día siguiente, el sábado 24 tocaban nuestros OUDRY en Algeciras como
teloneros de ELLOS y allí teníamos que estar nosotras para apoyarlos y
acompañarlos, y de paso vivir la aventura del fin de semana…
Llegamos pronto, pero el GPS dejó de funcionar, no había
manera de encontrar nada ni de guiarnos en una ciudad desconocida, las señoras
nos indicaban el camino contrario a la sala, pero contra todo pronóstico, encontramos
la sala Farándula y tuvimos tiempo de conocer al que demostró ser una gran
persona, @franamores. Pasamos además por las pruebas de sonido, tanto de ELLOS como de
OUDRY, y parecía que todo sonaba muy bien en una sala pequeñita, pero con buena
acústica y con encanto además, diferente (cómo nos gustan las cosas
“diferentes”). Pero durante la prueba de los teloneros pasó un poco de todo:
parte de un logo rebelde que se caía una y otra vez, por más que Carlos,
encargado de la sala, se empeñaba en pegarlo y re-pegarlo, cables de más de
un monitor que se pelaban misteriosamente dejando a nuestros chicos sin sonido
de referencia, Andrés (OUDRY) demostrando que lo mismo te canta algo bonito que
te empalma cables…
Pero tras lo accidentado de las pruebas y la dedicación de
Carlos con ambos grupos, todo hay que decirlo, todo estaba a punto para una
cena rápida en familia antes de comenzar con el espectáculo. Con unas 20
personas en la sala, OUDRY empezó su demostración de lo que es crear un
ambiente mágico y especial mediante un más que cuidado sonido, aún cuando hubo
algunos inconvenientes con el sonido (algunos de los cuales fueron causados por
Guille de ELLOS, que alguna aquí fue testigo…) y la gente se desvinculó en
ocasiones demasiado del concierto, ante lo cual los chicos de Benalup
continuaron con la misma dedicación y se llevaron su buena ración de sinceros
aplausos por ello. El ambiente general fue estupendo toda la noche.
Y tras la obra maestra que es “Sincronimia” de OUDRY,
empezaron los preparativos para el espectáculo audiovisual que nos esperaba a continuación, todo regado con una buena dosis de alcohol por ambas partes (la de
arriba y la de abajo del escenario), lo que contribuyó en gran medida a que
aquello se convirtiera en toda una fiesta hacia el final. ELLOS repasaron temas
de toda su carrera y también tocaron temas nuevos. Los asistentes aumentaron
hasta unas 60 personas y se estaba bien en la sala, sin estar abarrotada, pero
con muy buena sintonía entre los artistas y el público, bromas, chicas que se
suben a cantar al escenario, Guille leyendo una revista durante la actuación,
partes de temas conocidísimos de grupos como Mecano y como telón de fondo
durante todo el espectáculo, ELLOS TV. En ocasiones era difícil recordar si
estabas en un concierto, en un monólogo o viendo en la tele un programa de
zapping titulado “En el baúl de los recuerdos…”.
El espectáculo de ELLOS terminó con “Lo dejas o lo tomas”,
que supuso un fin de fiesta por todo lo alto, todo el mundo saltando y cantando
para la gran despedida de Algeciras. Y así vivimos lo que al principio de la
noche parecía algo cuanto menos curioso, dos conciertos sin una batería sobre
el escenario. Ni falta que hizo.
Y lo dejo aquí, por no extenderme más y contar lo que fue el
peor fin de concierto de la vida de La Batuta a causa de un robo con odisea
incluida por las calles de Algeciras, gracias a la amabilidad del ladrón o
ladrona que nos devolvió parte de las pertenencias arrojándolas en la calle
bajo los coches aparcados e indicándonos desde el móvil robado dónde encontrarlas. ¡Gracias, muy amable!
El episodio merecía al menos una mención en esta crónica,
sobre todo para decir un GRACIAS enorme al resto de personas que nos
acompañaron durante toda la odisea y no nos dejaron solas en ningún momento,
sin siquiera tener que pedirlo. GRACIAS a Carlos de la sala Farándula, a los
amigos de Oudry que nos ofrecieron hasta su casa, a los policías locales de Algeciras que
sufrían de verdad por no poder consolarnos ni hacer más por nosotras, y muy
especialmente GRACIAS a Paco, Dolo, Aarón y Paula por ser los mejores entre los
mejores.
(Una crónica con
agradecimientos al final, como los discos, ¿a que no habíais visto ninguna
antes? Nosotras es que somos así, agradecidas.)
Fotografía: Silvia Tinoco / Crónica: Esther Montero