Ayer por la tarde desaparecimos. Había acústico de Miss Caffeina en FNAC y allá que nos fuimos a descubrir algunas de las canciones de su nuevo disco, De polvo y flores.
FNAC para nosotras es una tentación: discos, libros y pelis por todas partes. Que somos de las que vamos y nos pasamos horas dando vueltas, hablando claro. Así fue como vimos llegar a Alberto, Sergio y Román, que después estuvieron probando sonido discretamente tras la cortina del fórum. Cuando nos acercamos alguien nos dijo: "Si venís al concierto tenéis que salir y esperar en la cola de la otra puerta". Lo nunca visto en Málaga. Cola en FNAC para acceder a un acústico en el fórum. La última visita de Miss Caffeina a FNAC llenó el espacio, pero ni mucho menos tuvimos que salir a hacer cola. Suponemos que esto es signo de que lo están haciendo muy bien los MissCa.
Una vez dentro, sillas fuera y todos de sentada en el suelo, lo que complicó un poco la cosa a los chicos de Miss Caffeina a la hora de salir al escenario, pero ahí estaban. A Alberto se le notaba especialmente contento. Daba las gracias por asistir, se maravillaba por lo calladito del público y contaba que de Málaga tienen un recuerdo muy especial: "Fue aquí, en el concierto en La Caja Blanca, donde nos dimos cuenta de que teníamos fans". Y volverán, ya en eléctrico, el próximo 26 de abril nada más y nada menos que a París15, una de las salas más grandes de Andalucía.
En el repertorio, Gigantes, Disfraces, Hielo T, MM, Modo avión... Temas nuevos salpicados de otros anteriores, ya clásicos, como Mi rutina preferida. Y nos derretimos. Porque tiene razón Alberto: Todos empezamos a decir que las más cañeras son nuestras favoritas, "pero luego llegan las baladas, como dice mi madre", y se nos cae todo "porque en el fondo sois unos blandos", bromeaba. Fue el concierto más largo de esta pequeña gira de acústicos y pena nos dio que terminara.
Están en plena forma, sonando de maravilla en acústico, a dos voces, con guitarreo, ritmo de cajón marcado por Román y el control vocal siempre increíble de Alberto que no le tiene miedo a los falsetes. Después vino la firma de discos. Nosotras no lo teníamos. En realidad nos quedamos haciendo cola para hacerle la foto a nuestra amiga Dolo. ¿Qué pasó? Que en la espera acabamos cayendo en la tentación: compramos el disco, nos lo firmaron encantados y hasta nos llevamos foto de recuerdo.
En abril, repetimos.
Crónica y fotografías: Silvia Tinoco para La Batuta