¿Sabías que tuvo muchos problemas para encontrar discográfica y que sus primeros discos no tuvieron éxito? Empezó cantando en la iglesia con 9 años y a los 15 firmó con su primera discográfica bajo el nombre Katy Hudson. El disco no tuvo éxito, así que cambió su apellido para que no se pareciera tanto al de la actriz Kate Hudson y se fue a Los Ángeles con 17 años a trabajar con otra discográfica. Tampoco tuvo éxito y la despidieron.
En 2004 tuvo la suerte de fichar por Columbia, pero no se llevaban bien y la discográfica acabó congelando su proyecto después de que Katy hubiera grabado todas las canciones por su cuenta en sus ratos libres. ¿Se rindió? ¡No! Empezó a colaborar con otros artistas y así fue como llamó la atención del director ejecutivo de Virgin.
Fichó por Capitol Records en 2007 y empezó la campaña de su nuevo disco, el primero con su nuevo apellido. Y lo tuvo que hacer muy bien porque Madonna habló de ella en un programa de radio. Para cuando lanzó el single que todos conocemos, I kissed a girl, el tema ya pegaba fuerte en las listas, posicionado como el número 1 del Top 100 de Billboard durante semanas. Su segundo single, Hot'n'cold, llegó a tener tres docenas de números 1 en varios países.
Entonces llegaron las giras, los festivales... y los premios: Katy ganó el premio Mejor Artista Nuevo en la ceremonia de los MTV Europe Music Awards 2008, en la que fue co-anfitriona, y también el de Mejor Artista Femenina Internacional en los Brit Awards 2009. Más tarde, los sencillos I Kissed a Girl y Hot N Cold fueron certificados triple platino por el organismo certificador de los Estados Unidos, RIAA, cada uno por más de 3.000.000 de euros en ventas digitales.
Y aquí está ahora. Ocho años después de fichar por Capitol aparece en el intermedio de la SuperBowl a lomos de un león poliédrico y acompañada por artistas como Lenny Kravitz o Missy Elliot.
¿Qué quiero decir con todo esto? Que uno no tiene que rendirse. Conseguir lo que uno quiere es difícil, sobre todo en esto de la música, pero si no lo fuera no valdría la pena. Y aunque las cosas salgan mal una, dos, tres, cuatro o cinco veces, si ese es tu sueño, tienes que pelear por conseguirlo. A lo mejor en unos años estás sobrevolando un estadio lleno de gente cantando tus canciones... Nunca se sabe...